sábado, 29 de noviembre de 2014

La importancia de saber donde y con quien tomar Ayahuasca

El uso de la ayahuasca se está expandiendo cada vez más en la sociedad occidental. En Internet y otros medios de comunicación se pueden encontrar referencias a la ayahuasca con frecuencia creciente. Sin embargo resulta difícil encontrar información objetiva sobre los potenciales riesgos y beneficios asociados a su consumo, así como de lo que uno se puede encontrar cuando decide participar en una sesión. Aquí encontrarás esta información que te ayudará a que puedas tomar decisiones responsables, reducir los riesgos y maximizar potenciales beneficios.
La decisión de participar en una sesión siempre tiene que tomarla la persona misma, no de un familiar o un amigo. Esta decisión se tiene que basar en una idea clara de los potenciales riesgos y beneficios con relación al historial médico, salud mental, y estado de ánimo general. La ayahuasca es presentada a veces como una panacea para muchos males, y en ocasiones puede parecer una salida fácil para solucionar problemas personales. Sin embargo solamente es una herramienta, que en el caso de ser bien utilizada, puede actuar como catalizador del proceso terapéutico o del proceso de crecimiento personal. Cada persona es distinta, gran parte de nuestros procesos mentales y emociones internas es terreno desconocido. Ahí es donde esta herramienta puede tener su función: puede permitirnos ganar más consciencia sobre las emociones, los pensamientos, el comportamiento, el cuerpo y las relaciones interpersonales. Esta mayor consciencia en estas áreas puede permitirnos trabajar estos aspectos para lograr estrategias que mejoren nuestra vida.

Tipo de sesiones
Las sesiones con ayahuasca generalmente se hacen en un contexto grupal de 5 a 25 personas, si bien hay a veces se encuentran sesiones con hasta 100 o más personas. Las sesiones se desarrollan casi siempre durante la noche, aunque infrecuentemente puede haber sesiones durante el día. Una sesión de ayahuasca suele durar entre 3 y 6 horas. Hay centros o grupos donde uno se queda a dormir después de la sesión, pero no siempre es el caso. La sesión siempre está conducida por un facilitador que puede ser un curandero, un chamán o neochamán, un terapeuta, un padrinho o Mestre en las iglesias ayahuasqueras, o cualquier otra persona que en principio ha experimentado ampliamente con ella y conoce bien cómo guiar sesiones. En el principio de la sesión puede dedicarse un tiempo para compartir las intenciones de cada uno con relación a la sesión, para qué ha decidido participar, y una vez terminada la rueda de intenciones, se reparte la ayahuasca y se inician las tomas.

La experiencia con ayahuasca puede tener muchas fases. A veces la exploración de los mundos internos viene acompañada de dolor emocional, o de algún tipo de sufrimiento o de liberación de tensiones, por lo que no es raro que en las sesiones de ayahuasca, sobre todo las más orientadas a la sanación, haya llantos e incluso gritos en la sesión. También los efectos purgativos de la ayahuasca hacen que puedan producirse vómitos, lo cual se hace en un cubo dentro de la sala o fuera en un lugar destinado para tal fin. En general, la música que utiliza facilitador es lo que conduce la experiencia, aunque hay guías que trabajan también con silencio.

En general hay 3 tipos de sesiones: tradicional / chamánica, terapéutica y religiosa, si bien los tres tipos de trabajos están muy interconectados: una sesión chamánica o religiosa puede tener efectos terapéuticos, así como en una sesión terapéutica pueden ocurrir experiencias místico-religiosas.

La sesión chamánica
Hay todo un abanico de sesiones tradicionales o chamánicas. Estas sesiones suelen estar dirigidas por chamanes, también llamados ‘curanderos’ o ‘vegetalistas’ originarios de Sudamérica o por sus discípulos occidentales que se han formado en estas tradiciones indígenas, en ocasiones llamados neochamanes. Este tipo de trabajos están muy orientados a la curación, con un enfoque espiritual y pueden implicar prácticas purgativas previas a la toma de ayahuasca, por ejemplo con tabaco o rapé, con el fin de “limpiar” el organismo de posibles toxinas. Las sesiones suelen celebrarse en la oscuridad o al rededor de un fuego, donde la experiencia es guiada por los silbidos y los cánticos del chamán y puede haber música en directo con instrumentos como maracas, tambores, arpa de boca, etc. El tipo de música es diferente en las diferentes tradiciones y países. Por ejemplo, en Perú utilizan canciones que se llaman Icaros.

El chamán o curandero suele acompañarse de asistentes que ayudan a los participantes en las cuestiones prácticas como ir al baño, o en momentos difíciles y participan también en la ejecución musical. El chamán puede utilizar técnicas como soplar humo de tabaco a los participantes, ambientar la sala y perfumar a los participantes con inciensos como palo santo o agua florida, a parte de guiar la sesión con la música y/o los cánticos. Son sesiones en las que se exige un intenso trabajo personal. La cosmovisión de estas sesiones está basada en la cosmovisión tradicional indígena, que tiene un enfoque espiritual y espiritista, a diferencia de las sesiones con enfoque terapéutico más occidental.

La sesión terapéutica
En los contextos con enfoque terapéutico, entendidos en un marco de psicoterapia occidental, la ayahuasca es considerada una herramienta útil para trabajar procesos terapéuticos o de crecimiento personal. Estas sesiones suelen incorporar un trabajo previo de preparación para la toma, así como un trabajo de integración posterior a la misma. Este tipo de sesiones variarán según la persona facilitadora y el estilo que tenga. Algunas variantes pueden ser la posibilidad de realizar sesiones individuales, el uso de distintos tipos de música, alternando la música en formato digital con la música en directo, o trabajar con el silencio de distintas maneras.

Es más frecuente encontrar sesiones en las que se realice un trabajo terapéutico previo y posterior a la toma en el contexto terapéutico que en el chamánico, en el que habitualmente el trabajo no suele prolongarse mucho más allá del contexto de la toma y en el mejor de los casos, una sesión de integración a la mañana siguiente.

Ceremonias Religiosas
En muchas partes del mundo se encuentran iglesias sincréticas de origen Brasileño que utilizan la ayahuasca como sacramento. Las más importantes son el Santo Daime, la União Do Vegetal y Barquinha. Los miembros de estas iglesia suelen tomar ayahuasca frecuentemente, entre 2 a 4 veces al mes. Si bien el contexto de las iglesias es religioso, también hay trabajos de cura y de otro tipo, de tal forma que los fines religiosos, curativos y de cohesión comunitaria suelen estar entremezclados. Este tipo de sesiones están muy ritualizadas y tienen reglas y pautas muy precisas acerca de cómo participar y comportarse durante las sesiones. En las ceremonias se suelen cantar himnos, pero también hay sesiones en silencio, de concentración. En algunos grupos durante las sesiones los participantes hacen preguntas a los mestres acerca de cuestiones filosóficas y religiosas. Hay sesiones que se realizan estando sentados y otras bailando pasos sencillos y repetitivos. Dependiendo de los grupos, después de la ceremonia los participantes se van o no a casa, sin hacer o habiendo hecho trabajos de integración. En realidad hay tanta variedad como iglesias. En cualquier caso, por tratarse de comunidades pequeñas de iniciados, suele haber un seguimiento de los procesos de cada persona que puede estar más o menos formalmente supervisado.

Como elegir con quien tomar ayahuasca
Si has decidido de tomar ayahuasca, es importante escoger un contexto adecuado en consonancia con tus intenciones y con lo que buscas de esta experiencia. En general, es mejor evitar asistir a sesiones en las que no se oferta ningún tipo de preparación y, más importante, integración. Es recomendable también elegir sesiones en las que los ofertantes realicen cierto seguimiento de las personas, ya que así, en caso de que experimentes problemas duraderos en el tiempo o dificultades integrando la experiencia, puedas recibir ayuda más prolongada. En general, también es aconsejable escoger un sitio donde uno se pueda quedar a dormir después de la toma, o pasar todo el fin de semana.

Para la mayoría de las personas la experiencia con ayahuasca es una experiencia introspectiva en la que uno está la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados mirando‘hacia dentro’, aunque el factor grupal juega un papel importante. Puede ocurrir que uno se sienta incómodo por encontrarse en un grupo rodeado de desconocidos con quien compartirá esta sesión. Conocer a tus compañeros antes de la toma, o compartir intenciones en grupo suele ayudar a relajar dicha incomodidad.

Otros aspectos importantes para elegir con quien tomar ayahuasca es que se cuenten con criterios de exclusión, esto es, que se entreviste previamente a la persona de tal forma que no se permita participar a quiénes se sospeche que la experiencia con ayahuasca, en vez de beneficiarle, puede perjudicarle. Si no existen criterios de exclusión, si no preguntan por el historial médico o por posibles antecedentes psiquiátricos, o no informan sobre los riesgos de tomar ayahuasca presentándola como una panacea que lo cura todo, entonces no se trata de un contexto de toma responsable y seguro. Si un curandero u otro tipo de facilitador tiene una apariencia de gurú, se vende como el mejor ayahuasquero del mundo o no es sensible a tu situación personal ni a los motivos por los que quieres participar, tampoco es muy recomendable que pongas tu fe en esa persona. Lo mismo si hay acercamientos por parte del guía con connotaciones sexuales. Tampoco es buena indicación si la persona promete garantías acerca de los resultados de la sesión.

Básicamente, si la información sobre la ayahuasca aportada por el organizador previa a la sesión tiene un enfoque objetivo, en consonancia con la información que se aporta en este texto, los grupos que dirige son reducidos con no más de unos 20 participantes por sesión, hay asistentes que ayudan al guía y se realiza una preselección de los participantes, entonces es buena señal. Aun así siempre es buena idea escuchar opiniones sobre centros y grupos en las redes sociales o a conocidos que hayan participado previamente con algún facilitador.

Cuando hayas decidido con quién tomar ayahuasca asegúrate de tener una entrevista personal previa con él/ella unos días o semanas previos a la sesión. Muchos guías ponen restricciones de hábitos cotidianos, como dejar de comer sal o abstenerse de mantener relaciones sexuales unos días previos a la toma. Cada guía tiene su propio criterio y si vas a tomar con él y a depositar en él tu confianza, sigue sus recomendaciones aunque no compartas del todo las razones de dichas restricciones

La presente información tiene el único propósito de dar más luz sobre, donde y con quien poder tener una experiencia con ayahuasca.

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